El Informe de la Bahía de Galveston 2018 se publicó el 15 de agosto de 2018. Por cuarto año consecutivo, el Centro de Investigación Avanzada de Houston (HARC) y la Fundación Galveston Bay reunieron datos científicos relacionados con cada uno de los 22 indicadores en seis categorías.
El Informe de la Bahía de Galveston es un excelente ejemplo de cómo la información científica se puede utilizar para proporcionar información al público sobre la salud de este importante recurso. El reporte de calificaciones brinda información sobre la capacidad de la cuenca hidrográfica y de la cuenca circundante de proporcionar beneficios continuos a las personas que la utilizan, incluido el uso recreativo, la alimentación y la protección contra las tormentas. Además, esta información se puede utilizar para generar decisiones informadas e influenciar nuestras actividades diarias para que podamos construir un futuro sostenible para nuestra bahía.
Este año, la región de Houston-Galveston enfrentó desafíos nuevos y viejos. El huracán Harvey inundó la región con precipitaciones que rompieron récord, pero incluso esas 35 pulgadas de lluvia fueron solo una parte de la historia en el 2017.
Las poblaciones de cangrejo azul continúan disminuyendo, recibiendo este año una F como calificación. Las trampas de cangrejo abandonadas, el reclutamiento bajo (el número de cangrejos que sobreviven como jóvenes y entran a la pesquería como adultos), y la pérdida de hábitat pueden desempeñar un papel en el declive de estas especies que son ecológica y comercialmente valiosas.
Los ríos y canales mantuvieron una calificación de B en fósforo, sin embargo, varias subcuencas de la Bahía de Galveston registraron una disminución en sus calificaciones de fósforo (Embalse de Barker, Embalse de Addicks, Spring Creek, Buffalo Bayou, Cedar Bayou, West Fork San Jacinto), la mayoría probablemente debido a la contaminación de fuentes externas. Una subcuenca, Sims Bayou, mejoró su calificación. El fósforo es especialmente problemático en los sistemas de agua dulce y puede provocar proliferaciones de algas, especies molestas y otros problemas de calidad del agua.
Continuamos esperando datos actualizados sobre hábitats vitales; humedales, algas marinas y arrecifes de ostras (todos obtuvieron la calificación de «I»). Los humedales proporcionan importantes beneficios al absorber y ralentizar la liberación de las aguas de inundación y mejorando la calidad del agua. La última información federal que tenemos sobre la cobertura de humedales en la región data de 2010; esto es particularmente problemático después de un evento como el del huracán Harvey.
El papel que desempeñan nuestros humedales de agua dulce en la infiltración y retención de aguas de inundación es muy importante y es fundamental que tengamos datos actualizados que describan este recurso natural tan importante. Las ostras, por supuesto, son importantes contribuyentes de la pesquería comercial ya que nos proporcionan mariscos. Los arrecifes de ostras también proporcionan un hábitat indispensable para otros peces y vida silvestre, al igual que los pastos marinos. Sabemos que hay planes a nivel estatal para actualizar estos conjuntos de datos cuando los fondos y el tiempo lo permitan, y nosotros por lo tanto seguimos apoyando los esfuerzos de NOAA, TCEQ y TPWD para completar estas evaluaciones necesarias de los hábitats esenciales.
La buena noticia es que la calificación de Contaminación de Eventos y Fuentes ha seguido mostrando mejorías incrementales. Nuevamente, contaminantes heredados como PCB, dioxinas y DDT; metales como el mercurio y los hidrocarburos como el pireno asociado con las actividades humanas en curso se pueden encontrar en los sedimentos que rodean el Canal de Navegación de Houston. Estos contaminantes pueden llegar hasta la red alimentaria de la bahía e incluso de algunos de los mariscos que consumimos de estas áreas. Continuamos viendo algunas calificaciones incompletas debido a la falta de datos que describan las toxinas en los sedimentos de toda la bahía en áreas distintas del Canal de Navegación de Houston. Sin embargo, los datos que existen nos dicen que las concentraciones de toxinas en los sedimentos fuera del Canal de Navegación de Houston son generalmente bajas.
En promedio, se reportan más de 230 derrames de petróleo cada año en la Bahía de Galveston. La mayoría de los derrames son pequeños, menos de cinco galones, mientras que otros son grandes. El número total de derrames ha disminuido desde el 2003 y su calificación se actualizó a B este año. El bajo volumen derramado en el 2017 contribuyó a una mejor calificación de A.
La basura y desechos en la vía fluvial continúan representando un problema que requiere datos adicionales. Se estima que la basura en los canales de nuestra región y bahٌía es un problema de $ 21 millones al año, pero no temenos la información sobre los tipos de basura, las fuentes y cómo se mueve la basura a través de nuestros canales de agua. Necesitamos esta información para determinar soluciones efectivas y específicas de prevención y eliminación de basura. La buena noticia es que una red de organizaciones públicas y sin fines de lucro está trabajando activamente en este tema. Tanto HARC como GBF están trabajando en un plan de acción acuático basado en la basura de Houston-Galveston: donttrashagoodthing.org.
El cambio costero continúa siendo un problema que merece ser seriamente vigilado. Con más y más personas mudándose a la región de Houston-Galveston cada año de otras regiones, problemas como el aumento del nivel del mar no solo afectan el ecosistema de la bahía, sino también la seguridad pública y la propiedad. El aumento relativo del nivel del mar (una combinación de hundimiento y el aumento global del nivel del mar) continúa a un ritmo de aproximadamente 2 pies cada 100 años y hay una frecuencia cada vez mayor de inundaciones costeras. A medida que continuemos analizando los datos existentes y abordando las nuevas áreas de preocupación, esperamos que las acciones colectivas y el progreso inspiren al público a apoyar las iniciativas de conservación y gestión de la Bahía de Galveston.
Mientras nuestro enfoque ha estado en algunas de las amenazas, le aseguramos que hay muchas áreas que indican que la bahía va en la dirección correcta.
La categoría de Calidad del Agua continúa manteniendo altas calificaciones, lo cual es prometedor para la bahía y los ríos y pantanos que desembocan en ella. También seguimos viendo mejorías en el indicador de riesgo de salud humana que examina las concentraciones de bacterias en el área bayous; un problema sobre el que numerosos socios regionales han estado trabajado durante casi dos décadas.
Las poblaciones de peces y aves en la bahía parecen mantener poblaciones estables. De vez en cuando, vemos disminuciones periódicas en especies como la platija y la trucha moteada en ciertas subrazas, pero estas poblaciones tienden a ser resistentes a través del tiempo. Continuaremos vigilando para asegurarnos de que este sea el caso. Las poblaciones de pelícanos marrones, una historia de éxito de la bahía, continúan aumentando en número.
A medida que avanzamos hacia el futuro, esperamos continuar nuestros esfuerzos de investigación para hacer que la Bahía de Galveston y la cuenca circundante sean uno de los mejores lugares para vivir, trabajar y divertirse.
Agradecemos a Houston Endowment y al Programa del Golfo de México de la EPA por su apoyo, a nuestros equipos de investigación y difusión y alcance al público, y a los miles de ciudadanos que han contribuido al Informe de la Bahía de Galveston.