Equipo de Monitoreo de la Calidad de Agua

El equipo de Monitoreo de la Calidad de Agua de la Fundación Bahía de Galveston (Galveston Bay Foundation) es un equipo de voluntarios capacitados que conducen muestreo de la calidad de agua mensualmente en ubicaciones específicas en los alrededores de la Bahía de Galveston. Además de suministrar más información acerca de la salubridad de las aguas de la Bahía de Galveston, estos voluntarios constituyen los ojos del sitio que monitorean. Cuando ellos colectan información, se encuentran en el sitio por varias horas cada mes y se familiarizan íntimamente con lo que pasa en su ubicación. Muchas veces son los primeros en notar que algo anormal está sucediendo. Por ello, las observaciones que recolectan son tan importantes como los datos de la calidad del agua que muestrean.

La conducción de las pruebas de la calidad del agua para la Fundación Bahía de Galveston comienza incluso antes de que el voluntario salga de su hogar. Antes salir, recolectan información acerca del estado de la marea, así como el volumen de precipitación reciente en su ubicación. Ambos factores pueden tener un impacto importante en las lecturas de la calidad del agua y por lo tanto es importante conocerlos. Una vez que el voluntario que lleva a cabo el monitoreo llega al sitio, toma nota de varias observaciones en el ambiente, que incluyen el clima actual, el color y las condiciones del agua, las observaciones generales de la vida silvestre y actividades humanas en el área, así como cualquier otra cosa que deba ser mencionada. Luego de esto,  pasan la siguiente hora o dos recolectando datos de la calidad del agua, comenzando con la transparencia y la profundidad de esta. Una vez que se han determinado estos dos valores, el voluntario recolectará una muestra de agua usando un balde. El agua de ese balde se utiliza para llevar a cabo varios análisis químicos para determinar el oxígeno disuelto, el pH y la salinidad.

 

“Creo que es una gran oportunidad para ser voluntario”, dijo Joe Cavallero, un voluntario de GBF, “es sencillo, en realidad no requiere ninguna experiencia en química. Cualquier persona que tiene coordinación manual y visual puede seguir fácilmente las instrucciones químicas. Todo está escrito en una lista de verificación de manera que no es difícil seguir las instrucciones. Es una manera maravillosa de involucrarse”.

 

Muchos de los sitios de monitoreo de agua de la GBF están en lugares públicos donde el público interactúa frecuentemente con el agua, lo que permite a las personas que monitorean el agua servir de embajadores para la Bahía y GBF. “Las personas se acercan con frecuencia para preguntar acerca de los niveles del pH, etc. Siento que estamos haciendo algo bueno”, dijo Michael Chang, un voluntario que monitorea el agua con su hija en un parque local.

 

Aproximadamente un tercio de nuestros voluntarios que monitorean agua también recolectan una muestra que se lleva al laboratorio de bacteriología de la GBF. Allí se procesa y se analiza la muestra para determinar la concentración de enterococos, una bacteria que indica la presencia o ausencia de materia fecal. Uno de los asistentes del laboratorio de GBF ayuda a aceptar la muestra para procesarla y analizarla y luego determinar la concentración de enterococos.

 

Dave Bulliner ha sido un asistente voluntario de laboratorio desde el comienzo del programa de monitoreo de bacterias de GBF en el 2013. Dave siempre ha tenido pasión por el medio ambiente y los animales que viven en él e incluso obtuvo un título en zoología. Sin embargo, su carrera fue en una industria diferente y ahora dedica su retiro para reconectarse con su pasión. “Nuestra principal inquietud es en relación con la seguridad para la salud de las personas y de la Bahía claro está”, dice Dave, “muchas personas usan la Bahía de Galveston y para hacer que sea segura y más placentera para las personas, pienso que todos debemos trabajar en lograrlo. Así que convertirme en voluntario de GBF simplemente me pareció lo más natural”. Puede encontrar a Dave en el laboratorio de bacteriología de GBF casi todos los días, llevando a cabo labores de laboratorio, haciendo visitas a otras personas que monitorean el agua mientras estas dejan las muestras o hablando acerca de pájaros y vida silvestre con el personal de GBF. Además de ser voluntario del Programa de Monitoreo de Agua de GBF, Dave también es un Máster Naturalista de la Bahía de Galveston e involucra al público en la misión de la Fundación Bahía de Galveston.

 

Estos datos de la calidad del agua se usan para hacer el seguimiento del estado de salud general de la Bahía de Galveston. “Cuando monitoreamos los niveles de pH o los niveles de salinidad o de oxígeno disuelto…todas esas cosas son muy importantes para las ostras, los peces, la hierba de pantanos en nuestro ecosistema”, dijo Chris Roper, una persona voluntaria que monitorea el agua en su comunidad. Para Chris, estos datos son aún más valiosos dado que su cauce fluvial se encuentra deteriorado en algunos de los parámetros de calidad del agua de los que ella examina. Los datos recolectados por el Equipo de Monitoreo de Agua de GBF se han usado también para la toma de decisiones de la administración de recursos naturales. El pasado verano, la Bahía de Galveston recibió gran afluencia de agua dulce proveniente de las inundaciones en el área de Houston. Toda esa agua dulce perjudicó el reclutamiento de ostras y los voluntarios y personal de GBF usaron los datos recolectados de la salinidad para determinar cuáles ubicaciones tenían un nivel de salinidad suficiente para cultivar ostras para el programa de cultivo de ostras de GBF. También se han usado los niveles de oxígeno disuelto para determinar las causas de muerte de peces cerca de los sitios de monitoreo de agua.

 

“Trabajar con este grupo de voluntarios en particular ha sido una oportunidad maravillosa para mi. Cada persona que llega trae consigo experiencias, conocimientos y conjuntos de habilidades diferentes, lo que es maravilloso porque constantemente estoy aprendiendo algo nuevo a través de ellos. También es increíble ver a personas con estos antecedentes diferentes trabajando conjuntamente hacia una misma meta, ayudando a preservar y proteger la Bahía de Galveston. No puedo agradecer lo suficiente a este grupo de voluntarios, porque sin ellos sería imposible hacer lo que hacemos”. Lindsey Nolan, Coordinadora de los Programas de Calidad del Agua.