Como observamos el mes pasado, el clima de Texas puede cambiar de una sequía extrema a una lluvia torrencial en un abrir y cerrar de ojos. La gran cantidad de agua que se depositó en el sureste de Texas casi parece no tener adónde ir. A pesar de las lecciones aprendidas con la tormenta tropical Allison en el año 2001, Houston siguió sufriendo inundaciones, especialmente cerca de nuestros bayous urbanos. ¿Por qué? ¡Porque se supone que eso es lo que hacen los bayous! ¿Por qué hubo tantos daños? Porque a lo largo del tiempo alteramos drásticamente los espacios naturales cercanos a nuestros bayous. Alguna vez existió vegetación natural y humedales que rodeaban todos nuestros bayous y lechos de ríos. La región de Houston-Galveston (30% del condado de Harris) ahora está cubierta con superficies impermeables (como carreteras, estacionamientos y tejados). La lluvia que cae sobre esas superficies impermeables no puede filtrarse en el suelo. Por lo tanto, fluye hacia nuestros desagües pluviales y zanjas de drenaje y se abre camino hacia nuestros bayous y, eventualmente, hacia la Bahía de Galveston.
Lo ideal sería que existieran muchos más acres de humedales para ayudar a absorber estas aguas desbordadas. Pero los humedales, que alguna vez fueron numerosos en el área de Gran Houston, han desaparecido en gran medida debido al desarrollo y al hundimiento del suelo. Entre 1953 y 1989, 23,000 acres de humedales de agua dulce desaparecieron en la región de la Bahía de Houston-Galveston. Desde 1996, otros 19,000 acres de humedales de agua dulce han desaparecido. Esto es un total de más de 65 millas cuadradas de humedales de agua dulce que ya no existen. La alteración de los humedales es el indicador más importante sobre daños por inundaciones en ambientes construidos. Los daños a propiedades debido a eventos de lluvia en los condados de Harris, Galveston y Brazoria se han incrementado en un $95,000-$495,000 (1.5-100%) a la vez que el número de permisos para construir sobre humedales o alterarlos se ha duplicado (Brody et al 2007).
¿No todos los humedales están protegidos?
Desde el año 1989, el gobierno federal implementó una política de «pérdidas netas nulas» en los humedales. Sin embargo, los tipos de humedales que están protegidos por la jurisdicción del gobierno federal (la alteración de humedales protegidos requiere un permiso federal y, normalmente, una actividad asociada de protección o restauración de humedales) han sido objeto de debate durante décadas. No todos los humedales están protegidos por la jurisdicción del gobierno. La mayoría de los humedales protegidos se encuentran en áreas adyacentes a ríos, lagos, bayous y la bahía y están ubicados en planicies aluviales que datan de hace 100 años. Los humedales de agua dulce (tales como aquellos que se encuentran en las praderas costeras que aún existen), ubicados fuera de dicha área, no están protegidos por el sistema federal de permisos. Recientemente, ha habido muy buenas noticias para los humedales de praderas costeras que otrora dominaron la región de la bahía de Houston-Galveston. En mayo de 2015, la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency, EPA) anunció una nueva norma en la Ley de Clean Water que protege específicamente los humedales de la pradera costera de Texas.
¿Cuál es la diferencia? ¿Todos los humedales no son iguales?
No, no realmente. Además de diferencias obvias en cuanto a especies de plantas y cantidad de agua, la ubicación de los humedales también es muy importante si han de mitigar inundaciones. Uno de los principios operativos de «pérdidas netas nulas» es que los humedales pueden ser «reemplazados» por la creación de otro humedal en cualquier otro lugar. Desafortunadamente, esto podría no ayudar con algún escenario de inundación futuro en la ubicación original. Además, no todo lugar puede convertirse en un humedal. Los suelos y plantas de los humedales son únicos: existen para estar inundados, por lo que pueden tolerar corrientes más fuertes de lo normal sin ahogarse por el exceso de agua.
¿Cómo repercuten los humedales sobre las inundaciones?
Los humedales ofrecen servicios vitales no solo como hábitat, sino también para mejorar la calidad del agua y mitigar inundaciones. Los humedales disminuyen, retienen, almacenan y filtran aguas desbordadas. Cuando a los humedales de planicies aluviales se les permite funcionar adecuadamente (no se drenan ni retienen), las aguas desbordadas pueden extenderse más allá de los humedales, lo cual reduce la velocidad de la corriente de agua y da tiempo a que el agua se filtre lentamente en el suelo o sea filtrada por la vegetación y los sedimentos antes de desembocar en los ríos y bayous. Los humedales pueden contener el agua durante días o incluso semanas, a diferencia de las superficies pavimentadas y jardines, que liberan el agua en cuestión de minutos u horas.
Pero cambiar los humedales puede mejorarlos, ¿cierto?
Solíamos pensar que podíamos mejorar los humedales canalizándolos o reteniéndolos, pero eso en realidad no funcionó. Cavamos canales para «ayudar» a que los humedales drenen. Los humedales canalizados artificialmente drenan más rápido que los humedales naturales, lo cual reduce su efectividad y aumenta la erosión. La retención es cuando los humedales se manipulan mediante ingeniería para que se llenen parcialmente. Los diques que detienen o reducen la corriente de agua también pueden terminar destruyendo los humedales. Los diques también aumentan la reproducción de mosquitos, dado que crean pozos de agua estancada. Los humedales han tenido la inapropiada reputación de ser criaderos de mosquitos. De hecho, los humedales naturales tienen menos mosquitos porque pueden sustentar la existencia de peces, anfibios y otros predadores que se comen las larvas de los mosquitos. Es mucho más probable que los mosquitos se reproduzcan en hábitats como los charcos temporales y los pozos de agua en las piletas para pájaros, así como en las alcantarillas tapadas de hogares y negocios.
¿Qué podemos hacer?
¿Sabe identificar un humedal? Al saber lo valiosos que son los humedales, con suerte, podrá apreciarlos un poco más. Los humedales pueden ser extremadamente bellos, especialmente cuando son el hogar de vida silvestre migratoria. Ofrecen oportunidades para pasear en botes, observar aves y pescar.
La destrucción o modificación de la mayoría de los humedales requiere un permiso del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos. Como ciudadanos, podemos participar durante los periodos de comentarios públicos para obtener muchos permisos, pero el primer paso es hacer preguntas y trabajar con los constructores de modo que, con suerte, nuestras actividades no destruyan, sellen ni drenen humedales. Si se sellan los humedales que existen actualmente, las propiedades en las cercanías podrían tener un alto riesgo de inundarse. Incluso, los humedales pueden servir como servicios naturales para vecindarios cercanos.
Los grupos regionales y locales de conservación a veces permiten que voluntarios públicos participen en la restauración de humedales. Los grupos de conservación como la Fundación Bahía de Galveston (Galveston Bay Foundation), Ducks Unlimited, National Audubon Society, The Nature Conservancy y otros han estado trabajando duro para adquirir y conservar áreas de humedales en nuestra región. Apoyar la conservación de los humedales es una excelente forma de proteger los humedales para que puedan inundarse de la forma que deberían.